La Junta Directiva de la Academia de Cine, ha acordado reconocer a Marisa Paredes con el Goya de Honor 2018, galardón que recibirá por "una prolífica y prolongada carrera, trayectoria que mantiene con absoluto vigor, apostando en numerosos trabajos por proyectos cinematográficos nacionales e internacionales definidos por el riesgo y el prestigio".
Nacida en Madrid, Paredes inició sus estudios en el Conservatorio y en la Escuela de Arte Dramático de esta ciudad. Su vocación temprana la haría debutar en el cine con tan solo 14 años de la mano de José Osuna en Esta noche tampoco y José María Forqué en 091 Policía al habla. Le seguiría una intensa actividad dramática, tanto en la escena como en la televisión.
Sus primeros papeles en cine fueron en roles secundarios y principalmente en comedias. Carola de día, Carola de noche, de Jaime de Armiñán; La revoltosa, de Juan de Orduña; y El perro, de Antonio Isasi-Isasmendi, fueron algunos de los títulos en los que participó en la década de los sesenta y setenta.
Comienza la década de los ochenta participando en Ópera prima, de Fernando Trueba, y Sus años dorados, de Emillio Martínez Lázaro; a las que seguiría su primer trabajo con Pedro Almodóvar, Entre tinieblas. Ya en los noventa pasó a ser actriz fetiche del realizador manchego, con el que volvió a trabajar en Tacones lejanos, La flor de mi secreto, Todo sobre mi madre y La piel que habito.
Su amplia filmografía, de más de 75 películas, se completa con largometrajes como Profundo carmesí y El coronel no tiene quien le escriba, de Arturo Ripstein; El espinazo del diablo, de Guillermo del Toro; Frío sol de invierno, de Pablo Malo; y El dios de madera, de Vicente Molina Foix, entre otros. Actualmente tiene pendiente de estreno Petra, de Jaime Rosales, filme que tiene previsto su estreno en 2018.
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