La trama se sitúa en el año 1921. España vive un momento caótico: son los años del plomo, fruto de los enfrentamientos callejeros entre matones y anarquistas. Aníbal Uriarte es un policía enviado a Barcelona para colaborar con la comisaría local en la detención de los culpables del robo a un tren militar. Aníbal y sus formas no encuentran apoyo entre sus compañeros y enseguida comienzan las desconfianzas con el corrupto inspector Rediú. Aníbal entrará en contacto con los bajos fondos de la sociedad, entre ellos, con un mafioso con importantes conexiones, y también con el anarquismo más radical, donde conocerá a Sara, cuyo encuentro tendrá consecuencias inesperadas.
Su director, que se ha mostrado contento de volver al Festival con su segundo largo, ha reivindicado las historias de gangsters en la España de los años 20, cuando “Barcelona era como Chicago” Además, también ha reconocido haber sentido la presión que suponen los referentes del género de gangsters.
Tosar ha destacado que se trata de “un gran guion” y de una historia con “una estética muy potente”. El intérprete ha defendido que se realice una película de esta temática dentro del cine español, donde se da habitualmente “un cine más cercano a la vida cotidiana”.
Su director, que se ha mostrado contento de volver al Festival con su segundo largo, ha reivindicado las historias de gangsters en la España de los años 20, cuando “Barcelona era como Chicago” Además, también ha reconocido haber sentido la presión que suponen los referentes del género de gangsters.
Tosar ha destacado que se trata de “un gran guion” y de una historia con “una estética muy potente”. El intérprete ha defendido que se realice una película de esta temática dentro del cine español, donde se da habitualmente “un cine más cercano a la vida cotidiana”.
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